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Con la obra de Miguel Ángel Rojas

Respondiendo a la invitación de la directora de la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, el maestro Miguel Ángel Rojas se embarco en una expedición no solo al sagrado lugar que representa “Pueblito” sino a un proceso creativo que dio como resultado una muestra compuesta por una crítica personal, espiritual, social y artística, planteada a partir de diferentes elementos.

Fue entonces como se planeo una expedición, con la idea de explorar, retomar y registrar diferentes rastros  y elementos representativos de la cultura de los nativos kággabas, adentrándose a Chayrama (Parque Nacional Tayrona) Así, a principios de agosto  de 2009 en una noche de luna llena, propicia para un acercamiento con la historia, mediante un equipo integrado por el artista, el curador Alcides Figueroa y apoyo audiovisual, se logro la primera fase de esta obra, dentro de la cual se realizo la observación e interpretación del espacio y de los personajes que habitan en esta zona.

La segunda fase creativa de la expedición, surge a partir del registro audiovisual de la visita realizada, de la cual se abstraen los conceptos fundamentales de esta y los materiales clave para mostrar por medio de un lenguaje contemporáneo fragmentos de la historia de la región. Posteriormente, el montaje se llevo a cabo en una amplia zona del museo, dentro del que “Pueblito” es un amplio corredor que va desde la Galería Espacio Abierto, hasta la sala Hernando del Villar.

No obstante, esta muestra es una verdadera expedición visual, ya que por medio de la fotografía se hace un breve recorrido por la vida y obra de este reconocido maestro del arte colombiano, además por los vestigios de nuestros orígenes; de esta forma el “Ayo” u hojas de coca se convierten en el hilo conductor del mensaje, haciendo que nuestro origen ancestral no sea un elemento aislado de nuestra realidad, sino que se reconozca como parte de la  vida actual. Estas hormigas tienen la misión  llevando al espectador hacia una serie de imágenes que muestran una crítica y un diagnostico de un hoy, compuesto por un ayer, plasmado en todas las paredes, colores y piezas que hacen de la expedición una introspección hacia el ser Caribe.

Representativo y prolífico.

Miguel Ángel Rojas inició estudios de arquitectura en los 70’s pero allí descubrió que su verdadero interés estaba en el arte y se trasladó a la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Nacional.

En estas aulas encontró a maestros como Bernardo Salcedo que lo iniciaron en los caminos conceptuales del arte. Sus inicios como dibujante y grabador, lo llevaron pronto a la fotografía. Técnicas que -al lado de la pintura- continúa desarrollando a lo largo de su carrera, sumando video e instalación.

En las últimas tres décadas ha sido una de las personalidades más representativas y prolíficas de la escena artística nacional. Ha expuesto en New York, Buenos Aires. Paris., Zurich, Miami, San Francisco, Madrid, Monterrey, Guadalajara, Colonia, La Habana, Caracas, Rio de Janeiro, Houston, Barcelona, Sevilla, San Juan, Washington, Tokio, Australia, entre otras ciudades.

Con Miguel Ángel Rojas queda claro que un artista contemporáneo no se define por parámetros temporales, sino por su actitud, la que él ha mantenido con indudable acierto ético y éxito creativo al materializar una y otra vez lo que pudiéramos denominar sus dibujos mentales.

A través de ellos se ha movido entre los dos ejes que dominan su trabajo: la exploración a fondo de la intimidad, la marginalidad, por un lado, y por el otro el análisis agudo de la situación política y social de Colombia.

Rojas realizó sus primeras obras sobre el deseo y la diferencia sexual, anticipando con fuerza este tema en la esfera artística colombiana en los años ochenta.

En los noventa, el artista deja a un lado la fotografía y con ella los temas personales, adentrándose en temáticas candentes de orden global, como es el narcotráfico, el tercer mundo, la concentración de poder, el pasado indígena, y los flujos simbólicos desde nuestro contexto. La obra de Rojas, en conjunto, posee el sello de un artista que ha guardado distancia con el mercado del arte, ha trabajado con gran independencia creativa, consolidándose como decisivo referente ético en la historia del arte colombiano.

Miguel Ángel es ganador en dos ocasiones del Salón Nacional, Miguel Ángel Rojas porta su propia singularidad con algún protagonismo -desde los años 70- en la historia reciente del arte.

Pueblito.

La exposición, tendrá la curaduría del cartagenero, Alcides Figueroa Reales quien sobre la muestra explicó que “en pleno siglo XXI podemos decir que este artista continúa participando del maremagnun de identidades, radicaciones o desplazamientos que fragua la muchedumbre -en las orillas simultáneas del mundo- con extrañeidad caótica. Pero desde siempre su capacidad ética y creativa hace que él prefiera ser obvio a ser sólo sugerente ante lo que vive”.
En cuanto al contexto de la exposición dijo que en esta muestra el artista ha elegido un sitio específico, Pueblito (Chayrama) en el Parque Tayrona, donde ha trasladado materiales expresivos -una cruz inquisitorial de utilería, hojas de ayo desecadas, una tembeta tayrona producto de una guaca saqueada, coloridas sombrillitas de bisutería, etc.- para intervenir allí algunas locaciones, ejerciendo cierta apropiación de sentido, con registro en imágenes audiovisuales que serán finalmente su obra en exhibición.

Con respecto a esta exposición y a la investigación misma que ha hecho Miguel Ángel Rojas, es muy claro al referirse al sentido de ser artista. Al respecto, dice “Ser, para mí, es ser artista. Como artista prefiero ser obvio que sólo sugerente. No me interesan los rituales: me interesan los hechos; si voy a la Sierra a entregar un objeto arqueológico saqueado*, no invoco a los dioses: invoco a la ética y a la responsabilidad con la historia y el patrimonio. Sé que el arte me saca de mis exiguos límites y me proyecta, sé que en este caso el gesto de desprendimiento me hace mejor ser humano”.

En Miguel Ángel Rojas está definido que un artista contemporáneo no se define por parámetros temporales, sino por su actitud, y este camino lo ha dibujado en las exitosas exposiciones que ha logrado.

El Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo de Santa Marta contará con uno de los artistas más prestigiosos en su exposición, quien se ha consolidado en las últimas tres décadas como una de las personalidades más representativas y prolíficas de la escena artística nacional.