Colorido, armonioso y cautivante
El Cañaguate
El Caribe colombiano es uno de esos coloridos, armoniosos y cautivantes lugares que encierran hermosos espacios, llenos de un particular encanto reflejado por su diversidad natural: la belleza de sus cristalinas playas, el verde de sus bosques, la vistosidad de sus florecidas plantas y la calidez de su gente que, con su espontaneidad y alegría, la convierten en espacio de ensueño.
Un armonioso espectáculo es el que ofrece el Cañaguate, que proporciona diversos matices y riqueza botánica engalanando algunas zonas de la geografía del norte de Colombia, presente en los bosques secos tropicales.
Llega a crecer más de 15 metros de altura, ampliamente distribuida por diferentes países de Suramérica como Colombia, Venezuela y Perú sobre cerros y zonas planas.
Su comportamiento natural es interesante, pues a manera de evitar la pérdida hidria, permite que sus hojas caigan, para posteriormente ver el abrir de sus flores, todo un espectáculo que se materializa por la hermosa vista amarilla, que genera en todo el entorno.
Es utilizada para trabajos de ebanistería como la elaboración de muebles, usual en la construcción de cercas y casas en el campo. Infortunadamente por el constante uso de su madera, ha generado una tendencia a desaparecer.
- Su mayor desarrollo es dado sobre alturas comprendidas entre los 500 y 1.000 m. Es una planta con cierto grado de conservación.
- Usado para limpiar de forma natural suelos y útil para reforestación.
- Presenta utilidad medicinal: tratamiento de anemia, problemas de piel, enfermedades cardiacas y gastrointestinales.
- Propicio como alimento para el ganado.
Sin embargo, cuando arrecia la fuerte sequía de inicio de año, aun podemos ver durante los meses de enero y febrero en diferentes zonas de la región Caribe el hermoso color amarillo en sus flores: todo un espectáculo visual, que nos invita a conocerle, además de ser una especie motivo de inspiración para reconocidos compositores del género musical vallenato.
Al interior del Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino se aprecia sobre diferentes sectores: inmediaciones del estacionamiento, zona de cactáceas y los remanentes de bosque seco, presentes en inmediaciones al río Manzanares.
Evento apoyado por el Ministerio de Cultura — Programa Nacional de Concertación Cultural.