quinta de san pedro alejandrino
Jardines junto a la casa principal de la antigua hacienda. FOTO: Juan Miguel Bonilla.

La Hacienda Florida de San Pedro Alejandrino es un suelo enriquecido por las más grandes expresiones de la historia, el arte y la naturaleza. Este espacio destila la esencia del fervor patriótico y bolivariano que su historia atesora, todo en armonía con la nobleza del arte que en sus recintos se aprecia.

Santa Marta, el Caribe y Colombia cuenta con un sacro lugar, donde exhaló su último suspiro el más grande de los hijos de América, nuestro Libertador Simón Bolívar.

Ubicada a escasos 5 Km. del centro de Santa Marta y al pie de las estribaciones de la Sierra Nevada, al llegar a esta histórica hacienda, nos recibe la exuberancia de unos jardines, donde el verdor encanta a sus visitantes.

La Quinta de San Pedro Alejandrino fue fundada el 2 de febrero de 1608 por el canónigo de la Catedral de Santa Marta Francisco de Godoy y Cortesía con el nombre de “La Florida San Pedro Alejandrino”; en memoria del mártir español Pedro Godoy.

Con el transcurrir del tiempo y la historia, la hacienda cambia 15 veces de propietarios; entre los cuales se destacan nobles apellidos como Mondragón, Orozco, Zubiría, De Mier entre otros. El 9 de enero de 1808 don Faustino de Mier y Theran compró la hacienda por $11.773 pesos oro, pero años más tarde le fue confiscada dicha propiedad por no colaborar con la causa patriota.

A finales de la segunda década del siglo XIX el destino deparó proféticamente, que esta hacienda fuera adjudicada al hidalgo español Don Joaquín de Mier y Benítez, gran hombre de negocios, quien intensificó los cultivos de caña de azúcar para la producción de la panela, el ron y la miel.

Al iniciar el recorrido por la antigua hacienda encontramos un puente colonial de la época, por donde pasó El Libertador un 6 de diciembre de 1830. De manera imponente apreciamos distintas edificaciones de color amarillo ocre, integradas por la Casa Quinta y el sector laboral, que en su época hace más de 500 años tenía como principal actividad económica la producción y comercialización de la caña y el ron.

Al fallecer Don Joaquín de Mier en 1861, heredó la hacienda su hijo Manuel Julián de Mier, quien posteriormente el 2 de febrero de 1891 la vende a el Departamento del Magdalena, siendo gobernador el Doctor Ramón Goenaga, de manera acertada y agradecida, compró 200 hectáreas de la hacienda por la suma de $24.000 pesos oro, con el ánimo de conservarla. Y en 1891 ya el reloj de la historia reclama el inicio de la primera restauración para volverla al estado que presentaba en 1830; años más tarde esta hacienda es declarada Monumento Nacional Histórico.

Alrededor de la Casa Quinta observamos imponentes árboles centenarios, testigos silenciosos de una gloriosa historia: un Samán, una Ceiba y dos tamarindos, estos últimos los  más mencionados por la tradición histórica, porque en medio de ellos colocaron la hamaca de El Libertador cuando llegó a la hacienda; estos árboles, acompañados de una variada flora y fauna presentes en la hacienda, constituyen la colección viva del Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino, que se extiende sobre la totalidad de su área, con  especies de plantas pertenecientes al bosque seco tropical de nuestra región Caribe.

En la parte central del jardín hay una escultura pedestre de El Libertador tallada en mármol de Carrara en Italia por el profesor genovés  Pedro Montarsolo Victorio;  un regalo del Departamento del Magdalena y se instaló el 2 de febrero de 1891. La obra pertenece al estilo neoclásico, y su temática estaba ligada a los procesos de luchas políticas y libertadoras como evento, referencia o testimonio de la época.

Las fuertes brisas de enero de 2017 ocasionaron que el viernes 13 de ese mes  la caída de una rama del centenario Samán (Samanea saman), tumbara la escultura pedestre, cuya restauración estuvo a cargo del Maestro de origen samario Adaulfo Mendivil Manjarrés, quien durante cinco etapas cumplió todo el proceso de reparación iniciada en mayo de ese año hasta el 24 de enero del 2018, donde nuevamente fue ubicada la escultura; finalmente en acto especial ese año el 24 de julio fecha del Natalicio de El Libertador, fue develada ante el público.  

El Maestro Mendivil es considerado como uno de los mejores restauradores del país cuenta con más de 50 años de experiencia, la prensa europea lo cataloga como el segundo mejor restaurador del mundo y es el primero en el país; cuenta con el privilegio de haberse formado en los tallres de los más prestigiosos restauradores de Suramérica y Europa, especialmente en el proceso de conservación de obras de grandes pintores y de la historia de la Colonia.