Toro de luz salvador
Imaginación fabulosa del tiempo
Con una técnica depurada y una paleta personal, José Alex Sánchez ha logrado construir una estética propia que rinde homenaje a la cultura ancestral. Su obra se sitúa en un plano de percepción elevado, captando tanto lo mitológico como lo antropológico.
“El Aleph” se presenta como una puerta abierta a un universo oculto, donde utensilios y elementos cotidianos se ordenan y desordenan en su estudio, componiendo una suerte de alquimia visual.
Alex Sánchez ha desarrollado una obra que es testimonio de un profundo diálogo entre la realidad y el mundo onírico. Su pintura, cargada de simbolismo, metáforas, refleja no solo vivencias espirituales y experiencias personales, sino también una preocupación por la problemática ecológica y el tiempo como una entidad flexible, casi fabulosa.
La obra de Sánchez destaca por su capacidad de transformar imágenes, creando atmósferas que oscilan entre la belleza del crepúsculo y el alba, momentos que captura el juego entre la luz y la sombra. Su estilo, influenciado por el neo expresionismo y la abstracción, integra iconografías populares y prehispánicas, así como referencias socio-culturales de la identidad salvadoreña.
Estos elementos mágicos, presentes en su obra, interactúan con realidades y figuras que, si bien poseen un carácter realista, también transitan hacia lo fantástico.
Su obra prolífica lo convierte en uno de pintores salvadoreños más importante a nivel internacional que no solo narra los sueños de su pueblo, sino que también ofrece un comentario filosófico y humanístico a través de la memoria histórica y la herencia cultural, este concepto se ve reflejado en Toro de luz salvador, inmersa en la colección permanente del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo.