Boletín 035-23
En Florencia
Americanos en Florencia III se exhibió en el Palazzo Rosselli del Turco, donde se unieron los artistas estadounidenses Brett Cimino, David Harry, James Hayman, Raquel Ruff y David Wiener y el mexicano Rafael Aguirre.
La obra ‘Caribe floral’ de la artista samaria Zarita Abelló, que hace homenaje a la protección del ambiente y recursos naturales, participó en el Americans in Florence III en Italia, donde se unieron cuatro artistas de Estados Unidos y México.
‘Americanos en Florencia’ tuvo lugar en la Colección Stengel del Palazzo Rosselli del Turco, Florencia. Tras el éxito de las dos ediciones anteriores retornó a este lugar, que fue la sede de la embajada de Estados Unidos durante los años de Florencia como capital.
Acogió esta exposición de artistas americanos contemporáneos, para celebrar los doscientos años de presencia diplomática estadounidense en Florencia.
En la edición 2023 de Americans in Florence, con la asesoría curatorial de Vito Abba presentó a Brett Cimino, David Harry, James Hayman, Raquel Ruff y David Wiener; extendiéndose geográficamente a las Américas, donde se unieron los artistas Rafael Aguirre de México y Zarita Abelló de Colombia.
La artista samaria fue escogida dentro de este grupo por su trayectoria y excelente acuarelista, quien trasforma la naturaleza y los sueños en acuarelas cristalinas. Es una auténtica maestra de esta sofisticada técnica, que no admite errores ni correcciones, como en el caso de la pintura al óleo o acrílica.
Influenciada y fascinada por el realismo visionario de Durero y el realismo fantástico de Armando Villegas su virtuosismo en el arte del dibujo, está influenciada por la representación de la realidad de este último. Crea impecables retratos, paisajes y ricos bodegones con frutas y verduras, pero sobre todo imágenes de flores (en jarrones o simplemente flores cortadas), con una perfección indudablemente meticulosa.
Mirar las pinturas de Zarita Abelló es como hojear un herbario de tiempos pasados, donde perderse entre las corolas de flores, hojas, pequeños insectos o loros, que están llenos de todo el encanto, sabor y colores del Caribe.
Estas agradables y delicadas acuarelas, con infinitos matices, son quizás también una confirmación de cómo el arte no tiene por qué ser necesariamente conceptual e informal, sino que puede basarse en emociones y sentimientos.
Además de la pintora colombiana la exposición ‘Americanos en Florencia III’ cuenta con Brett Cimino, cuyas obras se caracterizan por un sorprendente uso del color, con tonos vivos que pulsan con energía y vitalidad.
La artista polifacética Rachel Ruff, cuya trayectoria creativa la llevó a trabajar bajo visiones de resúmenes multidimensionales, vibrantes paisajes cósmicos empujándola de regreso al mundo del arte abstracto.
Por su parte David Harry se unió a esta muestra con su técnica pictórica que se compone de pinceladas lentas y precisas que se estratifican, una capa sobre otra, para crear un efecto de profundidad y volumen combina a la perfección la experimentación y la tradición con su intuitivo sentido del color.
James Hayman fotógrafo, director y productor de gran trayectoria con raíces foto periodísticas El trabajo realizado para las labores de socorro tras el terremoto de 1976 en Guatemala, bajo los auspicios de la ONU, dio lugar a la creación de varias series fotográficas en Centroamérica.
La pasión de David Wiener por la fotografía es fenomenal, se convirtió en uno de los fotógrafos profesionales más jóvenes de Estados Unidos, combinando su amor por la fotografía con su pasión por el diseño de alta tecnología.
El grupo de artistas invitados lo cierra el artista visual autodidacta Rafael Aguirre, quien luego de más de 40 años como pintor enfocado principalmente en paisajes, ha diversificado su técnica e inspiraciones, pasando del paisaje al retrato, bodegones y murales, experimentando con óleo, pastel, acrílico, carboncillo, tinta y lápiz.
El Palazzo Rosselli del Turco, donde se exhibió esta muestra en este mes de octubre es un antiguo edificio medieval, que fue renovado en el siglo XVI -período al que se remontan la típica fachada y el patio porticado de orden toscano- y parcialmente pintados con frescos en los techos durante el siglo XVIII. El Palacio Rosselli del Turco es de propiedad del artista húngaro Karl Stengel –ya fallecido-, cuya colección de obras también se encuentra en este lugar, manteniendo una estrecha relación con el arte y los artistas, que se remonta al siglo XIX.